(Por María Zubia del Barrio, psicóloga)
La propuesta del Mindfullness es bien sencilla: se trata de prestar suma atención a cualquier experiencia que esté aconteciendo en el momento presente con una actitud receptiva. Su práctica ha demostrado ser efectiva como antídoto de todo tipo de actitudes negativas, tales como baja autoestima, ansiedad, poca vitalidad, falta de motivación y depresión de leve a moderada.
El principal ingrediente de la receta de Mindfullness es el instante presente. No es que haya que concentrarse en cada momento, algo imposible de delimitar, sino más bien en la experiencia presente, dejando de lado el pasado y el futuro, o incluso el propio paso del tiempo, así como los pensamientos y emociones que atraviesan la mente. Podrías centrarte en una actividad que estés realizando, un objeto que estés contemplando, un sonido que estés escuchando o una sensación que estés experimentando, como la producida por la respiración. En todos estos casos ser consciente significa concentrarse en el objeto elegido con atención expresa y, al mismo tiempo, relajada. En las prácticas formales de Mindfullness, el cuerpo, los actos de respirar o caminar y los objetos son los puntos de enfoque más utilizados.
VERDADES Y MITOS ACERCA DEL MINDFULLNESS
Recordemos que el Mindfullness es una práctica moderna que implica prestar atención a la totalidad de las experiencias, tanto las positivas como las negativas. No se trata de un estado de trascendencia espiritual y está fuera del ámbito de lo religioso.
El Mindfullness consiste en:
El Mindfullness no consiste en:
Realicemos un pequeño ejercicio de introducción a la práctica. Como su propio nombre indica, la “práctica” es necesaria y esencial en cualquier tipo de meditación o entrenamiento mental; implica una repetición y una actitud específica, ya que solo es posible modificar el estado mental con un ejercicio regular, diario quizás. A continuación propondré un sencillísimo ejercicio que constituye una introducción muy básica a lo que es el Mindfullness. Si parecen pensamientos o emociones mientras la llevas a cabo, date cuenta de su presencia sin detenerte en ellos: vuelve a tu punto de enfoque y deja que desaparezcan.
Pero como he dicho anteriormente, para interiorizar esta técnica y que nos sea útil requiere una práctica constante. Los beneficios abarcan desde estar más sanos, tranquilos y en forma (en el caso de que deseemos centrarnos en mantenernos en forma), hasta un conjunto de habilidades para la vida sumamente efectivas. Algunos de los beneficios para la salud derivados del Mindfullness se deben al modo en que nos entrena a ser menos reactivos a nuestras emociones. El DOLOR, al igual que una emoción, tiende a arrastrarnos a luchar contra él. Al aprender a eliminarlo, es posible que contraigamos los músculos de la zona afectada o que nos lancemos a combatirlo, a veces con enfado. Además de quitarnos energía, estas reacciones no alivian nuestro malestar. El enfoque consciente consiste en aceptar las molestias y separarnos de la reacción emocional que provocan. Al dejar de ser reforzado por las emociones, el dolor disminuye.
¿QUÉ NOS APORTA EL MINDFULLNES EN NUESTRAS VIDAS?
Habilidades cognitivas:
Salud y bienestar:
Felicidad y realización:
Conciencia de uno mismo:
Por nuestra mente pasan un sinfín de pensamientos, muchas veces incluso pensamiento inconexos unos de otros que nos perturban y nos distraen. Podemos optar por reaccionar frente a ellos o tomar una ruta más consciente, simplemente dándonos cuenta de su aparición sin juzgarlos, permaneciendo en el momento presente mientras lo hacemos.
Aunque nos parezcan cosas dos cosas separadas, nuestros pensamientos y nuestras experiencias directas interactúan constantemente. Aunque creamos que la mente humana es multitarea, en realidad solo puede tener un pensamiento a la vez, aunque pensemos que tenemos pensamientos simultáneamente: de un momento a otro, algunos pensamientos parecen y otros decaen para volver a surgir de nuevo más tarde. Y así funciona la extraordinaria mente humana. El modo en que la mente procesa las sensaciones, los pensamientos y las emociones puede compararse a una gota que cae en un estanque. La experiencia directa (nuestras sensaciones o emociones) se produce cuando la gota alcanza el estanque y crea ondas en el agua. Las ondas internas representan los pensamientos iniciales, mientras que las externas son los pensamientos que se desarrollan a partir de éstos. Los pensamientos tienden a seguir generando otros pensamientos a menos que dirijamos la atención hacia otro lugar. Pues bien, la práctica del Mindfullness nos brinda los medios y las herramientas para hacer esto en nuestra vida cotidiana.
Recuerda que el rival más difícil está en tu cabeza… ¿Vas a permitirlo?