(por María Zubia del Barrio, psicóloga)
Estamos en crisis. La peor de la historia o como poco una de las peores. El coronavirus ha supuesto un cambio drástico en los planes y en las vidas de todos. Adiós a los viajes, a los paseos, al deporte, a los bares… hay que estar recluido en casa y solo se puede salir en casos excepcionales como hacer la compra, acudir a cuidar a un familiar o ir al trabajo. Pero, ¿y si el deporte es mi trabajo?, ¿cómo puedo trabajar desde casa sin coger la bici o sin ir al gimnasio? ¿Cómo debo afrontar el quedarme en casa? El rodillo efectivamente es una medida que todo ciclista tiene, pero ¿qué ocurre con el aspecto mental? Todos los que conocemos y practicamos ciclismo sabemos lo que supone estar horas encima de un rodillo. O estás muy motivado psicológicamente o abandonas por apatía y aburrimiento. A estas preguntas se enfrentan los deportistas en esta reclusión preventiva.
La parte física del deporte se puede adaptar a la vida en casa con relativa facilidad. Pero, ¿y el aspecto mental? Esta situación les afecta muchísimo psicológicamente porque no pueden canalizar toda la energía que tienen al no poder entrenar ni poder moverse y eso, aunque es algo físico, tiene una consecuencia psicológica en forma de ansiedad y frustración.
Esta situación que estamos viviendo está siendo especialmente dura para los deportistas de élite ya que su sistema cognitivo (su mente) está estructurado de una manera especial: un deportista profesional tiende a tener unos rasgos de personalidad muy marcados, tales como ser muy controlador y estricto en cuanto a su preparación. El ciclista en nuestro caso suele ser una persona muy perfeccionista con sus entrenos y cuida con rigurosidad el entrenamiento invisible. Por lo tanto, este parón rompe por completo sus esquemas.
Los deportistas están afrontando la reclusión como todo el mundo con incertidumbre y una gran frustración, pero no podemos luchar contra la incertidumbre ni bloquearnos con los miedos. El miedo es una emoción básica que frena y paraliza. No tenemos que luchar contra ello, sino ACEPTARLO.
Desde mi experiencia como psicóloga creo que la frustración de los deportistas será seguramente mayor que la de la población en general ya que su día a día se enfoca hacia prepararse para competir en ciertas fechas, o bien, cada semana. Por tanto, esta situación de incertidumbre puede generar en ellos dudas en cuanto a la preparación que han llevado hasta el momento. La falta de confianza, las inseguridades y el locus de control externo (que no depende de uno mismo sino de algo ajeno a él), son factores que se pueden apoderar en ellos en momentos delicados. Pueden tener ansiedad y frustración de que todo el trabajo realizado hasta ahora no sirva para nada.
Esa posibilidad de que todo su trabajo se vea invalidado puede afectar a la motivación de estos ciclistas, en nuestro caso. Toda esa incertidumbre tiene un peligro muy grande sobre su motivación. Les puede hacer dudar mucho sobre su talento y su potencial. Pero, ¿cómo pueden hacer frente a esta situación excepcional? Los psicólogos del deporte recomendamos que deben adaptar el entreno en la medida de lo posible, y les recomendaría que se asesorasen bien con su preparador físico o con un fisiólogo sobre los efectos de la falta de entrenamiento para que cuando vuelvan a entrenar puedan calibrar en qué punto están sin deprimirse o alarmarse de lo que sienten que han perdido.
Una de las técnicas utilizadas desde la Psicología del deporte utilizamos es la VISUALIZACIÓN, tanto en épocas de lesiones como de parones como en este caso. Realizar ejercicios en imaginación una o dos veces al día de manera que se vean a sí mismos haciendo su entrenamiento para mantener la mente conectada al deporte y a la motivación.
Pero indudablemente el único antídoto que existe para la incertidumbre tanto en el deporte como en la vida en general es centrarse en el aquí y el ahora y en lo que pueden hacer. La incertidumbre es muy mala para el ser humano en general, pero para el deportista todavía más. Pensemos por un momento en la palabra “preocupación”. Pre-ocuparse quiere decir “antes de ocuparse”, por lo tanto, en lugar de PRE ocuparte de lo que puede venir, OCÚPATE de lo que tienes ahora, ya que es lo único que en cierto modo puedes controlar. El pasado, pasado está y el futuro está por descubrir. Únicamente podemos actuar en el presente así que ahí reside el secreto. Centrarse en el AHORA.
No digo que sea tarea fácil, pero recomiendo en estos días de confinamiento ejercicios de meditación para tener la mente en calma, así como tener una rutina. El deportista necesita rutinas más que nadie así que debes reestructurar y adaptar tu rutina. Hay que vivir el día a día y ser conscientes de que esta situación no depende de nosotros y no la podemos controlar. Tenemos que organizar el tiempo y seguir trabajando lo que esté en nuestras manos, lo que esté bajo nuestro control.
Por otro lado, es importante desconectar, pero sin bajar la guardia y descansar, un aspecto que puede venir bien a deportistas que tuvieran molestias. También tienen que tener en cuenta que se trata de algo pasajero por lo que tenemos que intentar no desconectarnos porque si no se nos hará más difícil activarnos después.
Y recuerda: Sé fuerte porque las cosas van a mejorar. Puede que hoy sea tormentoso pero nunca llueve para siempre.
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