A estas alturas de año nos encontramos con el debut de los corredores elite y sub23, algo más tardío que el inicio profesional que suele ser en otros continentes (Australia, Argentina, Colombia…). En esta fecha encontramos el inicio de la Copa de España en Don Benito (Badajoz) y el inicio de la temporada en Euskadi con Zumaia y Ereño (las dos primeras citas del torneo Lehendakari y Euskaldun). La primera de ellas destinada a corredores rápidos y la segunda a escaladores con cierta “chispa”). Es el momento de recoger los frutos de 4 meses de trabajo invernal que suelen comenzar a principio de Noviembre. Ahora es fácil ver destacar corredores que durante el resto del año a penas tienen visibilidad puesto que es un error común la mala gestión de la temporada en cuanto a entrenamiento y planificación se refiere.
También se ve destacar a quien por lo contrario ha realizado una buena base de entrenamientos y su temporada será sólida (que suele coincidir con los que tienen mas nivel y han destacado en años anteriores) por lo que es un momento donde es difícil hacer diferenciar a esos dos tipos de ciclistas y desde el punto de vista del
director deportivo es un momento clave para saber que quiere de cada uno de sus ciclistas y marcarles unos objetivos tanto individuales como colectivos; el calendario de competiciones.
Cuanta más tranquilidad tenga ese corredor sabiendo cual es su sitio y su trabajo en el equipo y menos cambios de planes a ultima hora surjan, aumentan las posibilidades de éxito tanto de la planificación de su entrenamiento como de su rendimiento per se.
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